El término inversión de impacto fue acuñado en 2007 en un encuentro convocado por la Fundación Rockefeller donde creó la división Impact Investment Collaborative. Algunos años más tarde, en 2010, JP Morgan lo hizo suyo al dar a conocer un estudio, elaborado junto a la propia Fundación Rockefeller, en el que explicaban el nacimiento de una nueva clase de activo financiero con una oportunidad de inversión próxima a los 400 mil millones de dólares y un potencial de ganancias entre 183 y 667 mil millones dólares durante la siguiente década. Desde entonces, el término “inversión de impacto” ha ido ganando popularidad en todo el mundo creciendo de manera exponencial en cada ejercicio económico
Pero, ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de inversiones de impacto?
Esa es la pregunta que intentamos responder en el artículo que escribimos en Catalunya Económica junto a Daniel Vidal. Podéis encontrarlo bajo el título «Inversión de Impacto: Una apuesta por el binomio económico y social» en el número 540 de su revista, que está subida a su web.