Creo que hay partes de las clases de historia que mi cabeza debe haber eliminado por completo. Entre ellas el nombre de Talamanca y todo lo que allí sucedió en aquel famoso 1714:
Talamanca es un pueblecito del Bages de 147 habitantes que pierde su calma los fines de semana y en vacaciones cuando caen por allí turistas y segundos residentes en busca de una paz difícil de conseguir en la gran ciudad. ¿Su atractivo? Un marcado carácter medieval y sus construcciones de piedra, entre las que destacan el Castillo de Talamanca, que aparece documentado desde el año 965, y la capilla de Santa María de Talamanca, del siglo XII.
Además, el pueblo se encuentra dentro del parque natural de Sant Llorenç del Munt y l’Obac, donde se pueden contemplar bonitos paisajes y hacer senderismo (aunque cuidado los aficionados como nosotras, que las señales de ruta no están siempre a pie de camino y es muy fácil despistarse).