Y la gente se quedó en casa.
Y leyó libros y escuchó.
Y descansó y se ejercitó.
E hizo arte y jugó.
Y aprendió nuevas formas de ser.
Y se detuvo.

Y escuchó más profundamente. Alguno meditaba.
Alguno rezaba.
Alguno bailaba.
Alguno se encontró con su propia sombra.
Y la gente empezó a pensar de forma diferente.

Y la gente se curó.
Y en ausencia de personas que viven de manera ignorante.
Peligrosos.
Sin sentido y sin corazón.
Incluso la tierra comenzó a sanar.

Y cuando el peligro terminó.
Y la gente se encontró de nuevo.
Lloraron por los muertos.
Y tomaron nuevas decisiones.
Y soñaron nuevas visiones.
Y crearon nuevas formas de vida.
Y sanaron la tierra completamente.
Tal y como ellos fueron curados.

Kitty O’Meara – «And the people stayed home»

El poema reproducido arriba circula estos días de confinamiento por el Covid-19 en los móviles de medio mundo. Y, según me llegó a mí por tres chats distintos, data de 1800 (con variaciones de sus dos últimas cifras). ¿Por qué algo tan bonito y aparentemente neutral como un poema se manipula en su recorrido a través de nuestros teléfonos móviles o redes sociales? ¿Qué necesidad tenemos de falsear la realidad? ¿Será que nos parece mucho más romántico, dada la situación, que se escribiera en la época en que nuestros antepasados sufrieron la peste que no que saliera del corazón de una profesora en el Estados Unidos actual? 

Pero no solo parece ser eso, sino que además, según explica este artículo de El País, incluso O’Meara podría no ser su autora original… Y, si esto pasa con algo tan inofensivo como un poema, ¿qué me dicen del resto de información, consejos, críticas políticas o empresariales, etc. que circula sin cesar de mensaje en mensaje? Las redes sociales nos han dado el poder de llegar a todo el mundo, pero también de manipular a mucha más gente. Así que, como siempre, hay que vigilar y no creerse toda la información que recibimos. En momentos así es necesario recurrir a información oficial fiable, rápida y coherente. Ahora más que nunca, necesitamos que los medios de comunicación y los periodistas hagan su trabajo.