Planes B de domingos por la tarde que te llevan a pasear (o a intentar moverte entre los ríos de gente) por las calles de una Gràcia engalanada de fiesta. Aunque no estoy del todo de acuerdo con los resultados del concurso de este año, tengo que admitir que me fascina la capacidad de los vecinos para organizarse y para crear una decoración a la que el adjetivo espectacular se le queda corto.
Pero pasear por Gràcia da mucho juego más allá de la decoración especial de Fiesta Mayor y, como no, aprovecho para intentar algunos robados: