Lo que vi el jueves pasado en la final de la Start-Up School fue talento y mucho potencial en adolescentes a los que la mayoría critica y estereotipa sin tener ni idea. Nueve grupos de estudiantes de diferentes institutos de Barcelona presentaron nueve proyectos tan interesantes como el que podría presentar cualquier emprendedor con varios años más de experiencias. Probablemente algunas de aquellas ideas no serían viables, pero es solo un inicio. Espero que los responsables de canalizar ese potencial se aseguren de llevarlo a buen puerto y que allí encuentren políticas e iniciativas de apoyo al emprendedor mejores y más adaptadas a sus necesidades reales.
El post siguiente reproduce el del blog de Barcelona Loves Entrepreneurs, mentores y jurado del concurso:
Start-Up School ha cerrado hoy su edición 2013. Después de semanas de trabajo intenso, de estructurar ideas, de aprender y dejarse asesorar por emprendedores y empresarios profesionales y de saber que, de alguna manera, sus proyectos ya eran ganadores porque habían llegado a la final escogidos entre los 29 proyectos iniciales, llegaba el momento de la verdad.
Sin poder evitar los nervios de una final y de sentirse observados por los 40 miembros del jurado –formado por personalidades del mundo educativo, emprendedor, social y empresarial de Barcelona-, los componentes de los nueve equipos finalistas han ido saliendo al escenario a presentar sus proyectos. Y el resultado ha sido espectacular: nueve ideas con gran potencialidad de desarrollo y nueve estilos de trabajo muy diferentes, pero con la innovación y el talento como eje común a todos.
Entre los proyectos presentados, se encontraban:
- Evade: una bebida que cubre un nicho de mercado hasta ahora no explorado y que ayuda a relajarse en momentos concretos.
- Monfind: una plataforma que ayuda a los clientes a crear y posicionar sus apps en un mercado global y altamente competitivo.
- Senior Guard: una aplicación para iPad que ayuda en el cuidado de las personas mayores y reportando su actividad a los familiares conectados.
- Fórmula Magnet: revoluciona el mundo de la Fórmula 1 con coches que corren por levitación magnética, ayudando a reducir el consumo de gasolina y la contaminación.
- Easychange: un market place rompedor en el que intercambiar productos y servicios, potenciando la economía participativa y del intercambio.
- Smart Recycling Technology: integrar el reciclaje con un beneficio directo para las personas, combinando tecnología integradora con ventajas para el consumidor local.
- Students Manager: una app para la gestión del tiempo de los estudiantes que presenta un interesante modelo de negocio que descarta la publicidad.
- Pick Me Up: recogen a los niños del colegio y los llevan a clases de inglés donde aprenden mientras se divierten, dando tiempo a los padres a acabar su jornada laboral.
- Liquid Lens: una lentilla liquida que corrige las dioptrías en función de su viscosidad, lo que supondría una solución para aquellos que no pueden usar lentillas convencionales.
Con resultados muy ajustados, el jurado ha decidido finalmente que los dos ganadores eran Smart Recycling Technology y Students Manager. Los componentes de esos dos grupos viajarán a Londres durante tres días, donde visitarán las mejores empresas e incubadoras tecnológicas.
Barcelona Loves Entrepreneurs ha participado en todo el proceso del programa de la Start-Up School, con Mercé Santos como mentora, Josep M. Valero como jurado de las semifinales y éste último y Toni Mascaró como parte de los 40 profesionales que ayer escogieron los dos proyectos ganadores durante la gala final, que se llevó a cabo en el Auditorio de la Salle Technova.