De como tengo que aprender a gestionar mis impulsos. De como empezar un día con la moral por los suelos. De darse cuenta que hay cosas que no deben hacerse ni decirse. De como compartir un rato con buena gente puede hacerte ver las cosas de otra manera. Y de como una llamada y la intuición de la sonrisa de una pequeña al otro lado del teléfono puede acabar de redondearte el día.
De como todo junto te hace ver que la vida es un proceso y que de todo se aprende. De todo lo que te hace intentar ser un poquito mejor día a día.
El autocontrol es un arma de doble filo. Por un lado te permite una mejor convivencia con la gente,pero si te limitas a hacer siempre lo que se supone que es correcto y reprimes tu necesidad de enfado, consigues sentirte mal contigo mismo y eso solo te afecta negativamente a ti. Hay que saber mantener un equilibrio entre ambos. Los dos son necesarios para estar en paz con uno mismo. A veces es necesario enfadar un poco. Te lo digo porque yo durante años solo me he enfadado a mi, nunca al resto. Así he acabado…