«Sobreinformación y desconfianza. Probablemente sean dos palabras que definan acertadamente la vida de cualquiera de nosotros, enfrentados cada día a un tremendo bombardeo de mensajes que nos quieren explicar, convencer, vender… Ante semejante avalancha, el consumidor valora cada vez más las opiniones que le son expresadas directamente, discriminando las aportaciones creíbles y de confianza entre el ruido blanco en el que se halla inmerso».
Ramon Prats, Commotion N2