En los años 30, que fue cuando empezaron allí las celebraciones, las comunicaciones no estaban tan evolucionadas como ahora y enterarse de los resultados de los partidos no era tan fácil como ahora, que los tenemos a un clic en nuestro ordenador.
En la Rambla de Barcelona y delante la fuente de Canaletes había un periódico llamado ‘La Rambla‘, cuyo director era Josep Sunyol, un directivo del FC Barcelona de la época, y en el periódico tenían por costumbre poner una pizarra donde se mostraba el resultado del partido.
La gente se agolpaba en ese punto para conocer los resultados de los partidos que se jugaban fuera de la ciudad, y así, sin moverse de allí, celebraban las victorias. Es por eso que ese punto se convirtió en el lugar de las celebraciones de la afición culé.
Una fuente mágica
Y es que también se dice que la fuente tiene propiedades mágicas y que todo el mundo que bebe en la fuente va a regresar algún día o almenos va a llevar siempre Barcelona en su corazón.
Punto conflictivo
No solamente ahora cuando hay celebraciones por motivos futbolísticos ese punto de la ciudad es un lugar donde se crean muchos problemas de órden público, sinó que hace un par de siglos ya era un lugar de reunión de pequeños maleantes de la ciudad.