Zygmunt Bauman y «La teoría sueca del amor» inspiran el inicio del último artículo de Daniel Vidal y una servidora en Catalunya Económica:
“Ahora estamos dividiendo nuestras vidas en dos mundos distintos, online y offline. La vida online, en gran medida, está libre de riesgos. Es muy fácil hacer amigos por Internet, en ningún momento notas tu soledad y si las actitudes de otros usuarios no te gustan, solo tienes que dejar de comunicarte con ellos. El riesgo viene cuando estás offline, descubres la realidad de la diversidad humana y la necesidad de dialogar. La gente que ha sido educada en la independencia y con políticas gubernamentales que le facilitan todas las comodidades, ha perdido la capacidad de negociar la cohabitación con otras personas porque no se le han enseñado las habilidades propias de la socialización. Pero, aunque al principio parezca un sistema perfecto, tarde o temprano descubres que al final de la independencia no está la felicidad. Al final de la independencia, está el vacío de la vida y un aburrimiento absolutamente inimaginable”. Este es el reflejo de una cuestionada sociedad sueca, analizada por el sociólogo Zygmunt Bauman al final de La teoría sueca del amor (Eric Gandini, 2016), pero, ¿es posible que los robots lleven todavía más al extremo esa independencia y desconexión humana?
Descúbrelo en «Deus ex machina», en este pdf, o en el número 534 de la revista en papel publicada en diciembre de 2016.