Hacer entrevistas te permite compartir experiencia, conocimiento y buenas ideas con profesionales tan interesantes como Miguel Vicente, emprendedor apasionado y ahora también Business Angel y mentor de futuros empresarios de éxito. Recupero aquí la entrevista que le hicimos para Barcelona Loves Entrepreneurs:
Miguel Vicente supo aprovechar el fenómeno emergente de la compra colectiva para fundar Letsbonus y convertirla en poco tiempo en referente del sector. Pero le puede el gusanillo emprendedor y, al cumplir cuatro años al frente de la compañía, decide ceder la presidencia y avenutarse con un nuevo proyecto: Wallapop. “A mí me gusta la adrenalina de seguir emprendiendo, de hecho me encanta emprender y es algo que echo de menos, por lo que ahora estoy combinando la línea de Business Angel con la de emprendedor”, confiesa.
Letsbonus es el portal pionero en España en ofrecer servicios e-commerce para la compra colectiva. ¿Cómo nació esta iniciativa?
Letsbonus fue la primera compañía en desarrollar el concepto de “cupones” no solo en España, sino en Europa. Lanzamos la compañía en septiembre de 2009 y todo el mundo decía que esto de los cupones en España no iba a funcionar, ya que justo empezaba a moverse en Estados Unidos pero que aquí sería más complicado. A mí, la idea se me ocurrió por empezar a pensar en cómo utilizar las redes sociales para comprar, en momentos de crisis y con la idea de que si vamos muchos a comprar es más fácil conseguir descuentos. A partir de ahí empezamos a construir el modelo de negocio, primero pensando en las redes sociales y después en el email, que es lo que nos permitió seguir creciendo. Ha sido una experiencia tremendamente divertida y en apenas un año abrimos en cinco países: España, Italia, Portugal, Argentina y Chile. Y al cabo de dos años ya teníamos un equipo de casi 500 personas y nos habíamos constituido, por tráfico, en la tercera compañía de e-commerce de España. Y eso solo en dos años.
¿Cuál fue el proceso para poner la compañía en marcha?
Lo más complicado que nos encontramos en España son los procesos administrativos. Yo la principal barrera con la que me encontré fue conseguir un TPV para poder cobrar, ya que los bancos me pedían avales de más de 200.000 euros, lo que es una situación un poco absurda, sobre todo para una empresa que empieza y se está dando a conocer. Por suerte esto fue hace cuatro años y en este tiempo se ha mejorado y los bancos parecen estar haciendo una apuesta por el emprendimiento. A parte de eso, hay que armar el equipo adecuado. Uno siempre tiene tendencia a fichar clones, personas como tú, pero esto no tiene sentido, sino que lo mejor es fichar gente que tenga experiencias complementarias, diferentes formas de abordar los problemas, crear un equipo de dirección que fuera distinto, polivalente… Yo creo que no hay proyectos buenos y proyectos malos: si el modelo de negocio es malo y el equipo es bueno, sabrá cómo darle la vuelta.
¿Qué estrategias ha seguido para convertirse en el portal de referencia en España?
Para mí, la clave del éxito en un sector como el de la compra colectiva es que seas capaz de tener la mejor base de comercios, porque si tienes la mejor base de comercios, tienes más compradores y, si tienes más compradores, a su vez también irás consiguiendo mejores comercios porque vendes más. En definitiva, construyes un círculo virtuoso y te posicionas por delante de la competencia gracias a tener mejor producto que ellos. Y, ¿cómo lo hicimos? Como no teníamos muchos recursos, lo hicimos logrando una campaña de PR importante que nos permitió explicar el concepto y nos facilitó la confianza de los comercios y que éstos nos dieran buenas ofertas. Otra de las claves del éxito es que fuimos capaces de innovar muy rápidamente. Por ejemplo, en seguida vimos que había que diversificar en producto y que teníamos que aprovechar la enorme inversión que habíamos hecho en base de datos para ofrecer también ofertas específicas en sectores verticales. En este sentido, fuimos los primeros a nivel global en ofrecer un vertical sólo de viajes, apostando fuerte por ello y fichando un equipo de 20-30 personas… Y en el segundo año, prácticamente 1/3 de las ventas ya venían de cada uno de esos verticales.
¿Cómo recibieron los usuarios el portal?
La verdad es que la respuesta en esos primeros momentos fue bastante entusiasta. Fuimos los primeros en ofrecer descuentos tan grandes y los usuarios al principio estaban enganchados y compraban mucho. Luego la cosa se normaliza y la gente ve que están ahí los descuentos y los compran con un poco más de racionalidad y tranquilidad, además de que también surgen competidores y el mercado empieza a masificarse. Pero nosotros fuimos capaces de construir una marca con reputación, hicimos una inversión importante en captación de base de datos y fuimos los primeros en lanzar una campaña en televisión, lo que nos dio cierta ventaja.
¿Qué número de usuarios y compras registra actualmente?
En septiembre de 2013, la base de datos de Letsbonus superaba los 6 millones de usuarios en España.
¿Letsbonus es un ejemplo de cómo en época de crisis pueden las start-ups ser una alternativa para la creación y fomento del empleo?
Si, Letsbonus y muchos otros casos. Solo somos un ejemplo más de las muchas compañías creadas en los últimos 3 o 4 años, en medio de la crisis. Yo creo firmemente que los tiempos de crisis son una oportunidad. Leía en The Economist, que el 50% de las compañías de Fortune 500, las mayores compañías del mundo, han sido creadas en momentos de crisis. Esto significa que los momentos de crisis son tan buenos o mejores que los momentos de crecimiento para crear grandes compañías. Además, estoy seguro que son las pequeñas y medianas empresas las que nos van a sacar de la crisis. En Estados Unidos, la mitad del empleo que existe actualmente lo han creado empresas que hace 10 años no existían, lo cual te da una idea de la capacidad de creación de empleo que tienen las pequeñas y medianas empresas. También los momentos de crisis son buenos para trabajar nuevos modelos de negocio, más disruptivos, que puedan cambiar la forma de competir en un sector.
¿Cuál crees que es el futuro del e-commerce en España? ¿Cómo crees que evolucionará en los próximos años?
Yo creo que el futuro del comercio electrónico en España pasa por dos grandes tendencias. La primera de ellas es que el mundo es mobile y ya hay compañías donde el 50 o 60% de las ventas se realizan a través del móvil, por lo que el ecommerce debe hacer una apuesta importante por este canal. Al final el cliente quiere consultar desde allí donde esté y que se lo pongan fácil. Quizás llegue menos, pero de una manera más fiel, porque las apps que tenga descargadas serán menos que las webs que puede visitar desde un dispositivo fijo, y por tanto esta tendencia dará más fuerza a los que lo sepan hacer bien. La segunda tendencia es que estamos hablando de un comercio electrónico que crece, evidentemente, pero en el que ya hay competidores muy importantes y, por tanto, la diferenciación de las start-ups vendrá de la innovación en los procesos y del foco en verticales de nicho.
Después de 4 años desde su puesta en marcha, dejas Letsbonus… ¿Por qué?
Yo dejé la compañía en septiembre de 2013, en su 4º aniversario, cuando consideré que la compañía ya estaba en una posición cómoda, con un equipo muy bueno, con los países ordenados… y consideré que ya no podía aportar nada nuevo a la compañía y que era el momento de marcharse. A mí me gusta la adrenalina de seguir emprendiendo, de hecho me encanta emprender y es algo que echo de menos, por lo que ahora estoy combinando la línea de Business Angel con la de emprendedor.
¿Qué nuevos proyectos tienes en marcha?
Como emprendedor soy cofundador de una compañía que se llama Wallapop, que es una compañía puro mobile, que presenta un modelo absolutamente disruptivo para la venta de artículos de segunda mano: permite que los usuarios tengan una experiencia muy cómoda para colgar un producto y ponerlo a la venta de una manera muy rápida;, todos los productos están geolocalizados para permitir buscar productos cerca de ti y poder ir a ver el producto antes de comprarlo; y, finalmente, hemos introducido unas funcionalidades de red social con un servicio de chat y de mensajería que permiten que los usuarios entren en contacto de manera instantánea y puedan negociar más fácilmente. Todos estos factores explican el éxito de Wallapop, que lanzamos en octubre de 2013, y en solo 5 meses cuenta con un millón de descargas, un inventario de más de 200 millones de euros en producto, un millón de productos subidos y transacciones por valor de 300.000 euros al día. La compañía la cofundamos con Gerard Olivé y Agustín Gómez, quien hace las funciones de CEO actualmente y ya tiene presencia en España, Inglaterra, Francia y Portugal.
Además, asesoras e inviertes en nuevos emprendedores. ¿Están preparados los jóvenes de hoy para emprender?
Si. Yo creo que para emprender hace falta pasión, una buena formación empresarial y una experiencia profesional previa relevante en el sector en el que quieres emprender, que permita equivocarte lo menos posible. Hay que saber que emprender no es una cosa fácil y que no hay que emprender pensando que uno va a hacerse rico rápidamente, al revés, es un proceso duro, de trabajar mucho, que habrá momentos que no puedas llegar a final de mes, que hay que tener mucha pasión, mucho tesón, mucha capacidad de sufrimiento… A mí me gusta hacer la analogía con la película Matrix, en la escena en la que Morfeo le dice a Neo aquello de “aquí tienes dos pastillas”: la azul, que te asegura más o menos un buen trabajo, en una multinacional, con un sueldo a final de mes, vacaciones, un entorno de apoyo dentro de la empresa, etc., y luego la pastilla roja, donde vas a sufrir mucho, no sabes si vas a llegar a final de mes, vas a tener que sacrificarte y darlo todo incluso fines de semana y vacaciones, etc., pero también vas a ser dueño de tu propio destino, lo que también es muy bonito y muy potente. Y yo animo a los emprendedores a perseguir sus sueños y que no tengan miedo, pero eso sí, que piensen en proyectos en los que puedan aportar valor, que puedan ser diferenciales, que tengan en cuenta que tienen que tener buenos equipos, buenos socios, que hay que tener los pies en el suelo, que hay que ser muy realista y huir de cualquier cultura centrada en el pelotazo o en una burbuja.
Un tema en el que insisten mucho las incubadoras y aceleradoras, e incluso los medios de comunicación, es que en España hacen falta casos de éxito que atraigan la inversión y el talento internacional. ¿Qué hace falta en este país para conseguir proyectos emprendedores de éxito?
Creo que España tiene varias asignaturas pendientes. Una tiene que ver un poco con la cultura, con nuestros valores, donde todavía hay una parte de la población que no quiere ser emprendedor, sino que quiere ser funcionario. Con todos los respetos y entendiendo que es una función necesaria, si queremos crecer y genera riqueza, tenemos que ser capaces de inculcar a nuestros jóvenes la cultura del emprendimiento. A parte, otros puntos a mejorar en España son los temas de fiscalidad y los procesos administrativos, porque si queremos realmente atraer talento e inversión internacional tenemos que tener opciones más competitivas.
Otra línea en la que estás ahora es la presidencia del Clúster eCommerce & Tech Barcelona. ¿Qué es y cuáles son sus objetivos?
Conjuntamente con los principales actores del sector digital en Barcelona fundamos, con el apoyo de Barcelona Activa, eCommerce & Tech Barcelona, una asociación que agrupa más de 200 compañías del sector digital, internet y móvil, en Barcelona. El objetivo es hacer que Barcelona no solo juegue la Champions, que ya lo hace compitiendo con Berlín y Londres en el mundo digital, sino que la gane y seamos un referente en el mundo tecnológico internacional. Barcelona cuenta con una gran tradición, no solo en el mundo emprendedor sino en concreto en el mundo digital, desde hace ya muchos años y cuenta con muchas compañías multinacionales creadas en Barcelona, fondos de capital riesgo que invierten en esas compañías –por dar un dato, el 65% de las inversiones de capital riesgo que se hacen en España se realizan en Barcelona-, etc. Para hacernos una idea de la importancia del sector en Barcelona, solo las primeras 20 compañías dan empleo a más de 5.000 personas, están presentes en 40 países y facturan más de 5.000 millones.
También te has sumado al equipo de asesores de La Incubadora de Cuatro. ¿Crees que este tipo de programas acerca el emprendimiento a la sociedad? ¿Puede ayudar a que la gente pierda el miedo a emprender?
Yo creo que uno de los problemas de base que tiene España, como comentaba antes, es que hasta ahora había una visión muy negativa del emprendedor y, sobre todo, el miedo al fracaso. En Estados Unidos, cuando uno deja un trabajo para lanzar una start-up, se arriesga y al final no le sale bien, cuando vuelve a buscar trabajo esto es un punto a favor en su CV, porque ha sido valiente, ha arriesgado su tiempo y su dinero y ha aprendido muchísimo. En cambio en España, si haces esto, hasta ahora, se te tachaba de fracasado. Por eso, todo lo que hagamos en cambiar ese concepto y hacer que la gente quiera emprender e invertir en nuevos proyectos es un paso positivo. Y los medios de comunicación pueden ayudar mucho en ese sentido.
¿Crees que Barcelona puede convertirse en una ciudad referente en emprendimiento?
Barcelona tiene muchos puntos a favor. Por ejemplo, en el ámbito digital contamos con un ecosistema bastante potente: universidades de prestigio a nivel internacional, que son capaces de formar y atraer talento; redes de business angels y fondos de inversión que apuestan por convertir proyectos en negocios de éxito; programas como Barcelona Activa o el Institut Català de Finances que también ayudan a arrancar nuevos proyectos; y lo que es más importante, contamos con la historia de compañías de éxito que permiten formar a futuros emprendedores porque trabajando en ellas ven como gente normal puede crear una compañía multinacional en muy poco tiempo y con base en Barcelona. Todo esto se suma a una ciudad tremendamente atractiva, con una buena calidad de vida, con un buen clima, a la que la gente le gusta venir… Esto hace un cóctel muy potente, pero, insisto, al que hay que echarle gasolina y, todas aquellas cosas que antes hemos comentado a nivel de valores, cultura, de procesos administrativos, de financiación pública, de fiscalidad, etc., deben ir corrigiéndose.