El dibujo es su herramienta para entender, interpretar y apropiarse del mundo exterior. Para transformarlo, para hacerlo suyo y mostrárselo a los otros…
Mariscal siempre cuenta historias, trabaje en la disciplina que trabaje. Son historias reconocibles, episodios narrativos y en clave poética, muchas veces cotidianos y casi siempre con un punto de rebeldía y de provocación. Tras su gesto ingenuo siempre hay una intención provocadora, que conecta con la gente, comunica y transmite.
Y para descubrir todo esto de cerca, hasta final de mes tenéis la oportunidad de ver su obra en La Pedrera.