… y ya emprendíamos el Camino. Un camino que no sabías bien que iba a depararte pero que al final resulta ser una de las mejores experiencias que has vivido nunca… Y ahora lo añoras: las dificultades, la superación, la gente que te acompaña y la que encuentras, la harmonía, la tranquilidad, el buen rollo. Quisiera poder guardar todas esas cosas en frasquitos, como caros perfumes que dosificas como si fueran un tesoro…